jueves, 13 de febrero de 2020


Yo no estará la alegría,
Aquella que me abrasaba al llegar.

Compañía incondicional,
Más allá de sus ladridos,
Y sus lamidos besos.

Sus rabos en mi memoria,
Bailarán por siempre.
Entre lágrimas mas mías,
Mis amadas caninas
Lola y Mora.


Una multitud esta noche, ellos, ellas, tú, yo...
 la luna se duerme y unos  se van.

Viene gritando el silencio..

Las copas casi vacias,
 y unos menos aca,

Solo unos tantos,
ya no tantos,

Los voces
se lavan...

Sólo,


         

                                     
                                    Y...

                                                                    
                                                                    Yo.

Un café sin ti

Aquí estoy,
y un café,
frío en el tiempo.


Las agujas corren sin saberlo,
las mesas,
su gente…


Vasos llenos,
de nuevo vacíos.


Cantos adormecidos,
susurros:

          charlas de amigos,
          mesas chismosas,
          penas de muchos….


Todo a mi oído llega,
como secretos, queriendo ser libres.


Un asiento,
delante nuestro…


Y aquí seguimos,
yo y mi café,

ambos fríos…

Hombre lobo 1


Soy como todo niño,
y a la vez ninguno.
Corro y caigo,
sangro,
como un chico.
Verán,
esta contradicción
que leen sus ojos,
llega en luna llena,
en donde a la noche,
sale la fiera,
mezcla salvaje,
mezcla colmillo.
Todo en mi cambia,
pues soy hombre lobo.
Séptimo hijo,
la condena te ha caído.

Cenizas de tu nombre





Cada letra tuya se esconde,
y la rima se duerme.


Ya no eres melodía,
ni mis versos verdes.


Sólo en tu nombre ruinas,
 y un cielo mudo.


Juan Manuel Costantini

Suspenso


Ante tu puerta...


Las yemas de mis dedos besan su picaporte, una ráfaga helada perturba cada movimiento de mi mano. Abro al fin, esperando verte. Aún tu llanto, tu llamada, llegan a mi mente, a mi oído, hasta juraría que estas a mi lado en este mismo instante repitiéndome todo.

Atravieso la entrada, buscando tus lágrimas, pero nada... Paso por el living, la cocina… mis pies se humedecen a cada paso, a pesar del frío que reina en el ambiente. Trato de apaciguar mi mente, sigo mi marcha, el comedor, una luz tenue, sillas vacías y desordenadas, como si hubiese habido una fiesta. “Debe estar en su cuarto, tratando de olvidar sus penas con el sueño”, me dije a mi mismo. Penetro en el pasillo, todo es silencio, todo es negro excepto la esperanza. Mi alma salta ante un crujido, me doy vuelta rápidamente, tu gato cruza el pasillo y desaparece ante los muros.

Al fin en frente mío tu cuarto, todo se hace eterno, la puerta parece estar a kilómetros de mí, no creo poder alcanzarla...
Al fin la alcanzo, abro ansioso y lentamente...

 En tu cama sábanas, arrugadas, todo se pinta en tu sangre, que parecería crujir en la noche, tu pálido cuerpo, y la negra soledad. Todo se acaba, y mi vida también, junto a tu sangre, por siempre dormiré…


Quema la noche,
un golpe a la puerta.
Picaporte,
pálido, helado.
Frente bañada en agua,
manos ardientes.
Llegada la hora
de abrir un pasado,
y soltar sus fantasmas.


Sangra cada una de mis palabras,
Golpe frío a la soledad,
Grito al abismo,
Al sordo mudo,
Mi ida llegara,
Sin destino ni vuelta.
Me hallarás algún día,
Besando el polvo y el silencio,
Arrastrando mis huellas,
Llevando la nada,
Hacia la eterno vacío.


El final del camino,
Cuando la lucha se acaba,
Y a un lado…
La toalla intranquila,
Húmeda,
Yace tirada.

Y mi alma,
Abandonada,
Allí sola.

Todo se acaba,
Y solo queda saludarte,
Y decirte cuanto te amo,
Pero esta vida no es para mi.


Ah, tus vuelos…
Oh, cantar…
Dulce,
sereno,
que a tu pecho me atas.


Oh, extraño sentimiento,
suave como seda,
ardiente destello.


Eres el faro en la noche
y yo la balsa perdida.



Del óleo y un rayo,
tus labios se pintan,
el rojo salió prestado,
de una rosa y la tarde.


En lluvias fugaces,
canté a esta luna,
queriéndote de soprano,
y de coro tus labios.


Por mar y arena,
al trote iban,
sus pechos salvajes,
sobre ellos, su suave pelo.

Entre las rocas,
mis piernas traviesas,
a ella miraban,
queriendo alcanzarla.

Pelea en la pesca


Oh, hilo fino y retorcido
que la paciencia cierras
apégate al reel
o verás el fondo eterno.

Ave


Tus ojos abres, tus alas…
      Un mundo entero aguarda.


       Planeas entre sueños, nubes…
       Entre cantos y lloviznas…
       Y un cielo ardiente,
       y el sol naciente,
       y el verde, asoma, acecha, te enfrenta,


       se aleja…


      Y de nuevo el azul…


      La libertad…

Iñaki


Decidiste ver al mundo.
Corría el año por un treinta,
y tú le diste alivio a su espera.


Sin saberlo
llenas un río
de alegría y orgullo.


Devuelves cada mirada
en tu sonrisa.


Y aquí entre mis manos
el privilegio
 de guiarte en esta vida.
Juan (tu padrino)
18/12/2011

Tierra

Te nutres:

de cunas,
del paso firme,
de abrazos, caricias,
de ecos de nadie.



Con el verde,
y la noche acechando,
la llave enseñas,
al que al silencio abraza.


Sueños de vida brotan,
de raíz a tallo,
de tallo a hoja,
de hoja a flor.


Sueños de vida,
crecen
besando el cielo. 

Fuego

Rojo…
 Sueños en cenizas.

 Un haz perdido,
 abraza el aire,
 ilumina el mirar.

 Como ave, asciende a un cielo manso.

 Y en su sombra: lenguas chispeantes
                            el verde salvaje
                            el sol otoñal
                            el viento boreal


 Una luz ferviente, se duerme, en la blanca soledad.

Libro

Letra a letra,
me fuiste conquistando.

Con seducción,
a tus hojas me aventaste.

Con tus personajes,
y un aroma verde,
en tapa dura me encerraste,
en un mundo tuyo, lejano...

 Cada página me detuvo,
y el crepúsculo del suspenso, sólo intriga,
 extraño sentimiento,
 me hizo seguir tu camino.
Beso la tierra, 
sabe a oro y acero.

Brota y cae,
cálida y húmeda, 
nace de la ceguera y muere en penurias. 

Yo beso su néctar, 
porque yo soy su presa y su destino. 

Lo que cae semeja al río,
el río solo nace para acabar en penas saladas.

Lo que cae es canto,
el canto en nada termina, 
solo el viento y su sordera

3 siguientes poesías

Las 3 siguientes poesías son sobre algunas de las personas que marcaron mi vida, a un lado mío hicieron de mi camino un pasaje más sencillo. Algunas de estas personas ya no están aquí, pero adentro mío seguirán por siempre. Otras están, a mi lado, .siguiendo y cuidando mi andar

Rodolfo

Cuando quedan mil palabras para decirte, y el aire vuela con los sentimientos. No se si es el miedo por ser hombre, o tan solo el momento; de cada encuentro nuestro; jamás decirte lo que por ti siento. Y por eso aprovecho estas líneas, estas letras que reflejan mi vida, en una forma de decir. Y siempre encuentro en el escribir, la mejor forma de expulsar mis adentros, todo lo que siento o no tengo. Me tocó vivir cosas difíciles, y aún en día así lo es. Muchas veces siento que me encuentro en el vacío, que el seguir no tiene sentido. Pero luego aparece mi familia, que Dios puso en mi vida, y supo elegir con gran audacia. Y desde el principio del camino, siempre estuviste a mi lado, y a un lado de todos nosotros. Mientras escribo vienen a mi mente, como cascadas, y caen mil recuerdos tuyos, desde miles de veces que viniste a verme en el sanatorio, desde cumpleaños, misas, aniversarios, días de trabajo y tantas otras cosas. Y tu presencia estará en mi mente, por siempre. Como tesoros que el tiempo guardará eternamente. Y hoy en tu cumpleaños, quiero aprovechar para sacar afuera y entregarte todos estos sentimientos, y decirte cuanto te quiero. ¡¡Feliz cumpleaños!!! Te quiere mucho, Tu sobrino Juan

Silvia

No sé un suspiro sin ti, pero sé dar el paso, si me has marcado el camino, la huella tu ejemplo y el atajo tu fe. Extraña la vida, me lleva a tus charlas eternas, días de gloria, que tal vez no supieron ser, el oro de hoy. He sabido ser tu alumno, con prestigio y orgullo. Me has aporreado, porque me quieres, y este mutuo sentimiento. Dios es sabio y justo, y nos dio de extra una abuela , de la que aprendí… Que siempre hay para seguir y si, ¡Se puede! He caído y alzado en tus brazos. Me has retado de lo lindo, con voz de madre y cariño. Te amé como no sabes, y siempre te amaremos. Un adiós que no es por siempre… Pronto nos veremos, tu nieto con amor.

 20/05/18

Juan Manuel Costantini

Para mi abuelo


Un vuelo,
y el celeste en sus ojos,
se mezclan,
en sueños…
hechos realidad.



Un domingo,
y un abrazo paternal.



Historias
corren…
de boca en boca,
como cantos…
o noches ocultas.



Un hombre,
por siempre corre.







Juan M. Costantini.